Entrenamiento analítico vs variabilidad.

Existe un falso debate, amplificado en redes sociales, que cíclicamente se enciende entre los entrenadores de baloncesto. Generalmente los bandos se dividen entre los que vienen del desarrollo de la actividad formativa a través de la experiencia profesional, semiprofesional o como jugadores que un día dieron el paso a ser entrenadores y los que poseen un bagaje académico forjado en las aulas de las facultades CAFD (antes INEF).

A raíz de un vídeo donde el prestigioso profesor Paco Seiru-lo desprecia (o al menos duda de su valor) el trabajo analítico de repetición, surgen muchos y encendidos argumentos a favor y en contra.

Afirma el profesor: “Tenemos que plantear continuamente situaciones variadas de juego”, un argumento que cualquier entrenador, de cualquier deporte de equipo, compra con los ojos cerrados. Pero segundos después de descuelga con esta afirmación: “Que mayor castigo que la repetición, creíamos que la repetición es la que hace aprender y no es así, es la variación”.

¿No será que lo que hace aprender es la justa combinación y secuenciación correcta entre repetición y variación?

¿A quién quieres más, a mamá o a papá? Ambos son fundamentales en tu desarrollo como persona.

Vayamos hasta el final de la cadena formativa, donde en el juego prevalece la toma de decisiones. Como dice Pep Guardiola: a tomar decisiones aprendes jugando, ahí tienes toda la variabilidad de estímulos cognitivos posibles. Y una vez tomes una decisión deberás ejecutar una serie de gestos asociados que te llevan al éxito… pero no vas a usar ningún gesto que no hayas aprendido y dominado antes… ahí entra el trabajo analítico, que tiene que ser previo.

Lo que podemos comprobar es que hay una distancia enorme entre los científicos y la realidad de los entrenadores que forman jugadores y jugadoras que algún día serán profesionales. Entre la academia y el barro.

Los papers. Estudios científicos.

Si te preocupas de leer estudios sobre el entrenamiento variable, cosa que yo he hecho por sincero interés, rápidamente descubres un patrón que se repite con mucha frecuencia. El grupo de sujetos control suele coincidir en estas características:

– Deportistas de entre 16 y 18 años.
– Mínimo 6 años de experiencia en la práctica de la actividad.

Entonces ¿qué pasa con nuestros grupos de deportistas de 7, 8, 9 años que están empezando? ¿Tiene lógica aquí el entreno con variabilidad? ¿O necesitamos poner la P con la A muchas veces antes de que el niño pueda decir “papá,papá, dame un euro para chuches”?

El niño necesita hacer suyo el gesto para ejecutarlo con la precisión necesaria. Y necesita aprenderlo en un entorno favorable para poder concentrarte solo en eso. Si a un niño o una niña de 8 años le pones defensa para que aprenda a cambiar de mano, lo primero… no va a cambiar de mano, va a conducir el balón con su mano dominante todo el tiempo, lo segundo… le vas a inducir un estrés brutal porque además logrará muy poco éxito en la tarea, con lo que llegará la temida desmotivación.

Casualmente, en cualquier club, el 80% de un entreno en preminibasket es analítico pero el 90% de un entreno junior es variable, donde sólo será analítica probablemente una rutina de volumen de tiro de 6 minutos. Deportistas de 16-18 años con 6 años de experiencia… qué coincidencia, claro.

Otra cosa diferente es la tecnificación de esos jugadores y jugadoras junior, individual o en combos muy reducidos por características del sujeto, donde volvemos a encontrar mucho trabajo analítico equilibrado con transferencia más o menos real al juego y sus espacios naturales.

Vamos a analizar esta cuestión desde el punto de vista que nos ocupa en este blog, el minibasket.

Los fundamentos

En el baloncesto trabajamos 3 fundamentos técnicos básicos con los que nos manejamos en el juego, el bote para avanzar por la pista, el pase como modo de asociación y el tiro para conseguir el objetivo último, que es meter canasta.

Sin el dominio de los fundamentos técnicos propios del juego no es posible desenvolverse con éxito en el ámbito competitivo. Existen jugadores que llegan a ser profesionales sin dominar uno o varios de estos fundamentos, pero por eso se les llama especialistas.

Podemos hacer una clasificación según la naturalidad con que un niño los ejecuta por primera vez.

1. El pase. A priori parece el menos complicado de adoptar. El pequeño agarra el balón y puede pasar con bastante precisión a un sujeto fijo o en movimiento.

2. El bote. Aquí el nivel de dificultad aumenta. Un niño palmea el balón de arriba a abajo, sólo con su mano dominante. No lo acompaña con los dedos, lo golpea. No lo envuelve, no lo hace rodar en la mano, no desbloquea la muñeca, no conoce las caras del balón. Avanza con el, pero sin obtener una ventaja.

3. El tiro. El lanzamiento a canasta en baloncesto es, probablemente, el fundamento más antinatural entre todos los existentes en deportes de equipo. Si colocamos un balón en el suelo y le pedimos a un niño de 6 años que chute, el gesto de su golpeo tendrá técnicamente mucho en común con el de su jugador de fútbol favorito.

Si le pides a ese mismo niño que tire a canasta lo que va a hacer es coger el balón con las dos manos a la altura de la barriga y, colocándolas bajo el mismo, dar un empujón fuerte que lance el balón por encima del aro. De ese gesto a los 6 años al tiro libre que mete a los 12 hay cientos de horas de entrenamiento analítico y repetición.

Es el fundamento más especial y diferente, único, que un preparador físico cognitivista no puede entender.
Hace falta mecánica + volumen +velocidad/contexto.

¿Alguien cree que Curry ha llegado al nivel de perfección en el tiro de larga distancia sin cientos de miles de tiros desde las mismas posiciones, con la misma mecánica? Nadie que sepa lo que es trasladar un niño desde la iniciación a la élite lo cree.

La mielina

La primera vez que escuché hablar sobre la mielina (sustancia que envuelve y protege los axones de ciertas células nerviosas y cuya función principal es la de aumentar la velocidad de transmisión del impulso nervioso) y su importancia en los procesos de aprendizaje y adopción de gestos técnicos fue a Antonio Pérez Caínzos.

Explica Antonio que una vez la mielina recubre la motoneurona es muy complicado reeducarla. Hay etapas sensibles para que esa mielina se asiente más rápido y con más seguridad.
Es como el asfalto en una carretera, una vez lo echas, si quieres cambiar el camino necesitas picar mucho.

Es por esto que corregir una mala mecánica de tiro en categoría cadete es infinitamente más difícil que hacerlo en categoría mini.

Conocemos que hay etapas idóneas para cada tipo de aprendizaje. Entendemos que no podemos poner a jugar un 1c1 a un niño que ni siquiera puede avanzar con el balón o que una pequeña que no sabe tirar trate de anotar con oposición. Desde Jordan hasta Curry, pasando por Jabbar, el entrenamiento analítico ha sido la base de la perfección técnica.

Si quieres saber más sobre la mielina, aquí va un vídeo:

Entrenamiento analítico

¿Es posible dominar un gesto técnico sin repetición? No, no lo es.

¿Es la repetición la mejor manera de adoptar y perfeccionar un gesto técnico? , sí lo es.

¿Repetir es aburrido? Solamente si tú, entrenador, lo haces aburrido.

Sobrevaloramos que la tareas tengan que ser divertidas e infravaloramos que somos nosotros con nuestro nivel de implicación mental, verbal y física los que tenemos que hacer que los entrenamientos y sus diferentes tareas sean motivadoras para el niño.

En todos mis años entrenando mini me he dado cuenta que el jugador, la jugadora, es mucho más feliz en la mejora que en el juego. Lo que hace que vuelva tras cada entreno no es ese ejercicio tan divertido que planteaste en el último entreno, es que hoy le salen las cosas mejor y a más velocidad que ayer. (Puedes leer más sobre esto AQUÍ: Adelantar la exigencia).

El entrenador de minibasket tiene que salir cansado, sudando y feliz de su entrenamiento. Tiene que estar en permanente movimiento. Su integración es clave para dinamizar las rutinas analíticas.

Mantenemos al niño en constante actividad. Ocupamos toda la pista, usamos los cuatro cuadrantes, creamos si es necesario circuitos previos a las ejecuciones analíticas y, para mi lo más importante, hablamos, corregimos, motivamos, molestamos, tocamos, variamos la voz, reforzamos. El entrenador no es solamente un observador, se integra en el entreno, es parte de la tareas.

Convencemos y motivamos desde la pasión.


Un ejemplo práctico: trabajo analítico de iniciación al tiro.

En mi club, desde hace unos años, utilizamos una metodología para enseñar mecánica de tiro en iniciación que es 100% analítica y nos da buenos resultados.

Colocamos a las jugadoras por parejas, una enfrente de otra, con un balón por pareja y separadas entre si unos 3m.

Adoptamos un gesto básico de pies separados, flexión de piernas y el balón reposando en la mano dominante con la palma mirando hacia arriba a la altura de la cadera.

A partir de aquí hacemos un trabajo de secuenciación que variará en sus tiempos según la jugadora.

  1. Subimos el balón a la altura de la cabeza, girando la muñeca, y nos aseguramos de dos cosas, que el balón esté sobre el codo y este forme un ángulo de 90º. En esta posición flexionada la jugadora realiza una extensión de piernas y del brazo y mano de tiro dominantes. Con esto evitamos que tire empujando con las dos manos a la vez, en el típico gesto de quien empieza a jugar baloncesto. A partir de aquí corregimos posición de dedos y altura del arco de tiro.
  2. Una vez la jugadora asume este gesto, lo que puede pasar en horas, días o semanas de entrenamiento, le permitimos usar la mano no dominante como sombra, en la posición de mano de agarre, pero sin tocar el balón.
    Aquí aprenden que hacer con la mano izquierda en las fases de término y resonancia.
  3. Por último completamos la mecánica con el apoyo de balón con la mano no dominante y repetición del gesto completo.

Al llegar al tercer paso algunas jugadoras tienen que volver al segundo, o incluso tenemos niñas trabajando aún en el primero. No hay prisa, afianzar los gestos correctamente lleva tiempo y es siempre una buena inversión de futuro.

¿Es esta una rutina de repetición, a priori, aburrida? Lo parece ¿verdad?. La realidad es que en los 5-6 minutos que las niñas ejecutan los gestos siempre se ven sonrisas e implicación. Ellas saben que si lo hacen bien van a meter más. ¡Y todas quieren meter más!

Reciben correcciones individualizadas, lo que las hace sentirse importantes, les colocas las manos o el codo, les hablas continuamente, las animas, las refuerzas cada vez, te sitúas delante para que el tiro suba por encima de tu cabeza, gesticulas, exageras… tú, entrenador, eres el componente ‘variable’ en la tarea analítica. Nuestro deber es integrarnos en ella.


Variabilidad en las tareas

Una de las claves del debate es que aquellos que defendemos el trabajo analítico sabemos que este requiere de una posterior e imprescindible transferencia al juego, más o menos inmediata. Mientras, los defensores de la variabilidad como base fundamental del aprendizaje desprecian abiertamente las rutinas de repetición.

Por si eres un joven entrenador de mini que nunca habías escuchado hablar sobre esto te lo explico en una frase sencilla: la variabilidad es el trabajo que otorga diferentes grados de libertad durante la ejecución de un movimiento. Es la transferencia de los fundamentos a los gestos reales del juego. Es, como diría Jose Luis Alderete, Viva el caos. Es el juego mismo a edades tempranas. Un sinfín de incógnitas a resolver en décimas de segundos con los recursos y herramientas que cada uno atesora y es capaz de manejar.

La transferencia.

En el caso de la rutina de tiro descrita anteriormente, estemos en la etapa de la secuencia que estemos, tras cada fase analítica trasladaremos inmediatamente después el gesto a la canasta. Colocando, por ejemplo, seis marcas en cada aro, en un rango donde ellas puedan meter y haremos que tiren, respetando la mecánica que acaban de trabajar desde diferentes posiciones. Con esto transfieren de inmediato la técnica y prueban que con ella ejecutada de manera correcta el balón entra más veces.

¿Hay variabilidad aquí? No parece que mucha. ¿Se divierten? Puedo asegurar que sí. Y se dan cuenta de que hoy meten más que ayer y mañana quieren meter más que hoy. El éxito en la tarea las hace creer y crecer.

Y si las dividimos en cuatro cuadrantes, cuatro grupos de jugadoras, dos balones por grupo, un rango viable y vemos qué grupo llega antes a once metidas… ¿Hay variabilidad? ¿Los pases que reciben son todos iguales? ¿Tiran a la misma velocidad cuando el grupo de al lado grita ¡cuatro! que cuando grita !nueve!? ¿Es analítico o es cognitivo?

Como siempre. El equilibrio.

No existe una única forma de transmitir conocimiento. No puedes basar toda tu metodología en el descubrimiento guiado porque no funciona. No puedes hacer que tu entreno de minibasket sea una secuencia de tareas con variabilidad, porque aunque a corto plazo pueda parecer más divertido, a medio plazo no mejoran y llega la frustración.

Técnica y táctica, individual y colectivo. Analítico y variable. Todo son vasos comunicantes. Las proporciones del líquido que fluye entre unos y otros dependerá de la etapa formativa del jugador, de su talento y de sus características físicas y mentales.

Las claves

Los pilares fundamentales en que debe sustentarse la metodología en la etapa de iniciación al baloncesto son:

  1. Buen trabajo analítico, de mucha calidad. Donde los detalles marcan la diferencia.
  2. Variabilidad en la transferencia de ese trabajo analítico. Creatividad.

El buen entrenador de formación es el que encuentra este equibrio.

Si, por ejemplo, quiero que mi juego colectivo sea continuo mis jugadores no deben matar el bote. Para ello debo dotarlos de una serie de herramientas puramente técnicas; bote de escape, desbloqueo de muñeca, reajuste de pies y caderas, apoyos, manejo de balón, para poder reatacar y driblar o hacer una parada y un tiro equilibrado. También deben ser capaces de pasar sobre bote para asociarse en un componente táctico colectivo más amplio. Además necesitará táctica individual para leer las situaciones y responder adecuadamente a cada escenario, con y sin balón.

Todo esto no se consigue entrenando puramente analítico ni entrenando solamente con variabilidad.

Ambos modelos son parte del mismo proceso. Metodológicamente tiene que haber una secuenciación. Desde el trabajo analítico con transferencia inmediata a contextos reales de juego, esto es la técnica individual, hasta el trabajo en variabilidad con diferentes grados de oposición para la toma de decisiones, que es la táctica individual. Como secuencies y vertebres todo esto es el secreto del éxito, tomado éxito como que los niños repitan, crezcan y sean felices en la mejora.

Terminando con el debate

Antonio Pérez Caínzos ofrece una manera de terminar con el debate y aúnar lo cognitivo, lo analítico y lo contextual para ayudar al jugador:

Fases de la enseñanza de los fundamentos técnico tácticos:

  • Coordinativa y de control interno. El jugador aprende los fundamentos técnicos del deporte.
  • Inductiva y de interiorización. El jugador interioriza y hace suyos los recursos aprendidos.
  • De regulación del control externo. Regulamos externamente la atención del jugador.
  • Creativa y de aplicación al juego real. Jugamos con el caos y la incertidumbre del juego real.

Según el propio Antonio, estas no son fases secuenciadas. Se juega con ellas en función de las necesidades del jugador y de lo que pide el baloncesto si se sabe escuchar.

Para terminar, comparto un tuit de Daniel Gonzalo Recas.

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10 Responses

  1. Pablo dice:

    Falsa dicotomía, para algunas cosas se usa repetición para otras variabilidad, tendrían que analizar que la charla de seirul-lo está destinada a alto rendimiento de jugadores ya formados

    • Robez dice:

      Porque los jugadores de alto rendimiento ya formados no tienen en sus rutinas de entrenamiento cientos de horas de tecnificación en forma de repeticion, ¿no?

      • Pablo dice:

        POR SUPUESTO QUE LA TIENEN PERA LA TECNIFICACION DEL JUGADOR DE AR VA EN EL CONTEXTO DEL JUEGO NO EN EN 1X0

        • Robez dice:

          No te entiendo, Pablo. Y no grites, hombre, no tienes más razón por ello. 🙂
          La realidad es que hay una serie de entrenadores científicos, de origen académico, que demonizan el entrenamiento analítico, el 1×0 y la repetición. Mi experiencia con ellos es que están lejos, muy lejos del barro. Existe un abismo actualmente entre la teoría científica y la realidad formativa del día a día.
          Que cuanto más alejados estamos de las primeras etapas menos hay de analítico y más de todo lo demás. Esto es evidente. Y es de perogrullo tener que aclarar esto.

          • Pablo dice:

            en primer lugar no grito no seas susceptible, tenia trabado la mayúsculas en móvil. Basas los hechos en tu experiencia, no sé qué nivel entrenas pero en jugadores de selecciones de desarrollo, más allá de su plan de tecnificación individual, el cual está armado siempre pensando en la acción de un defensa no de un fantasma, las acciones se hacen tratando de ser lo más similar al juego ya que en el juego dos acciones no se dan en la misma forma.
            El hacer la falsa dicotomía entre investigadores y entrenadores de campo es un clásico de aquellos que usan solo como fundamentación el “a quién entrenarn”, saludos
            AH. pusiste mayúsculas, estás nervioso?

          • Robez dice:

            El nivel al que yo entrene o haya entrenado es totalmente irrelevante. Yo no he preguntado por el tuyo. Pero si es interesante para ti, algún jugador y jugadora que ha participado en los últimos JJOO pasaron por mis manos en su etapa infantil. Temporadas completas. Algo sé de lo que hablo. De sacar jugadores arriba. Y, sé que lo sabes, muchos programas de tecnificación veraniega de jugadores NBA, ACB, EL, etc… incluyen ingentes jornadas de repetición de fundamentos. Todo depende de lo que el jugador, jugadora, deban trabajar según sus carencias o sus objetivos de mejora. El trabajo analítico funciona siempre. En solitario? NO. Siempre acompañado de TRANSFERENCIA. Y es la transferencia la que debe ser variable. El trabajo con variabilidad, por si mismo funciona? NO. Si el jugador no tiene una base técnica adecuada tiene que adquirirla antes. Adquirir una base técnica sin trabajo analítico y de repetición es posible? Puede ser. Para uno de cada millón de jugadores con un talento natural fuera de lo común. Estoy de acuerdo que es una falsa dicotomía, no hay trabajo variable si no hubo trabajo analítico. Esto es así en todos los deportes. El equilibrio, los vasos comunicantes, el jugador, la experiencia… son los que determinan este equilibrio.

  2. Diana dice:

    Yo apenas ten5 años de entranar con minibasquet y a mi me a resultado para bien las dos, variabilidad y analitico yo no tenoo mucho de experiencia pero a mi humilde opinion siento que van de la mano. Repetición+variabilidad del ejercicio o entrenamiento. Repito no tengo mucha experiencia tengo 4 años de terminar mi carrera de ciencias del deporte dentro de esoa años e llevado a varias victorias pero por que hago lo que creo que es necesario para mis equipos.

    • Robez dice:

      Las victorias son que tus jugadores/as no abandonen el baloncesto y que, al final de su etapa formativa, terminen jugando en el nivel que su talento permita. Nunca por debajo de ese nivel.

  3. Andres dice:

    admito que si hay debate, pero desde mi punto de vista, como entrenador, formador y directivo, no concibo la división ya que considero dos métodos necesariamente complementarias.
    evitar el tedio en las rutinas va en base de la magia que despliega el entrenador, formador, monitor.

  1. octubre 23, 2023

    […] No demonizar el trabajo analítico. Los gestos técnicos básicos se introducen y se mejoran con la repetición primero y la contextualización y variabilidad de las tareas donde vamos a usarlos después. La primera fase del aprendizaje es la coordinativa y de control interno. Entrenamiento analítico para dominio del gesto. No hay toma de decisión. Que el jugador haga suyo el fundamento. […]

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